Mortandad de peces; la principal hipótesis es la falta de oxígeno

Una vez más aparecieron miles de peces muertos en aguas del río Salado. Este jueves, investigadores se acercaron al río que bordea la ciudad de Santo Tomé para tomar muestras del agua y de diferentes ejemplares de la fauna ictícola, así determinar las causas que produjeron la mortandad.

En una entrevista con El Litoral, Gaspar Borra, subsecretario de Recursos Naturales del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, destacó que “a este fenómeno lo venimos detectando aguas arriba desde octubre. Las muestras que logramos tomar este jueves son tanto de los peces muertos como del agua. Se hicieron mediciones de oxígeno y dieron números realmente bajísimos, es una hipoxia casi anoxia”.

“Es una hipoxia casi anoxia” dijo Borra en referencia al estado en que se encuentran los peces debido al poco oxigeno existente en el agua.

Los estudios se realizan en la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (FIQ-UNL) y serán claves para determinar el propósito. Si bien los resultados aun no están listos y tardarían unos 15 días, Borra reiteró que todo apunta a la falta de oxígeno, esto puede suceder por el bajo nivel que presenta el Salado.

Ante la consulta de si es posible que la causa de la mortandad sea la presencia de químicos contaminantes en el agua, el subsecretario de Recursos Naturales respondió: “Nosotros desde la Provincia no queremos descartar ninguna hipótesis por eso estamos haciendo estos estudios, pero la hipoxia es la que tiene más fuerza, ya que el agua tiene una temperatura más elevada, en las mediciones dieron cercanas a los 28º C; hay muy poca agua y esa agua está caliente, sumada con la carga orgánica de los propios peces, que vienen muertos desde aguas arriba por la propia corriente”.

Otra época; la ultima crecida del Rio Salado fue en el 2015.

Al haber cursos de agua tan bajos, como lo demuestran los hidrómetros de cada río que atraviesa a Santa Fe en la actualidad, la presencia mínima de contaminantes se resaltaría. “El efecto de dilución es mucho peor. Cualquier perturbación del sistema se sufre mucho más que en condiciones normales”, analizó el subsecretario y agregó: “Algo que indica que no habría contaminación en el agua es que no aparecieron aves muertas. Por ejemplo, las garzas que son grandes consumidores de peces, si hay contaminación podrían morir, y hasta ahora no han aparecido aves ni otros tipos de animales muertos”.